5. Eliminar el uso de cigarrillo, alcohol y drogas.
Eliminar el uso del cigarrillo:
Los cigarrillos y otras formas de tabaco, incluidos los cigarros o puros, el tabaco de pipa, el tabaco en polvo o rapé y el tabaco de mascar, contienen nicotina. La nicotina es una droga adictiva que se absorbe fácilmente en el torrente sanguíneo al mascar, inhalar o fumar un producto que lo contenga. La nicotina estimula las glándulas suprarrenales las que liberan la hormona adrenalina. Esta hormona estimula el sistema nervioso central y aumenta la presión arterial, la respiración y la frecuencia cardiaca, por eso es considerada una sustancia psicoactiva.
Eliminar el consumo de alcohol:
Al ser una droga legalizada y con tanta aceptación social, y producir tolerancia en el organismo. Como sucede con otras sustancias psicoactivas, las bebidas etílicas pueden generar una adicción. Ese es quizás su mayor riesgo.
De hecho, algunos estudios han confirmado que el trastorno por consumo de alcohol afecta a un 4,6% de los menores de 17 años. Cifra que asciende a 8,5 en las personas adultas, a nivel mundial. De esta manera, quien consume de forma esporádica y social puede verse haciéndolo de forma habitual y en solitario.
Con todo, con solo un mes sin beber alcohol, nuestro organismo comienza a mejorar en diversos aspectos. Por ejemplo, la presión arterial, el colesterol, el funcionamiento del hígado y el sueño reparador se restablecen notablemente. Nos sentimos más enérgicos, los problemas de ansiedad o depresión remiten y aumenta nuestra sensación de bienestar.
Eliminar el consumo de drogas:
Las adicciones pueden afectar a hombres y mujeres de cualquier edad, nivel de educación o clase social. Una adicción es cuando la persona siente el deseo incontrolable de recurrir al consumo de determinadas sustancias, por lo general químicas, ya sea de modo continúo o periódico. Es decir, la persona adicta a una sustancia no puede controlar el deseo de utilizarla. La adicción al alcohol y las drogas debe ser vista como un problema que afecta no sólo al que se intoxica con esas sustancias, sino como un conflicto de todo el grupo familiar al que pertenece el adicto.
El cariño y la atención hacia los menores juegan un papel muy importante en la prevención de las adicciones. Si los niños y niñas crecen con amor y seguridad, si tienen confianza para comunicarse, si se sienten comprendidos y valorados, pero además en la familia no hay adicciones, será difícil que busquen el camino de las drogas.
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